jueves, 2 de enero de 2025

JUAN CRESPO GÁLVEZ

Resultaban mínimos los datos que conocíamos hasta ahora de este artista granadino. Alguna reseña de prensa y poco más allá de que fue sombrerero de profesión además de dirigir la academia de cante del concurso del 22. Nació en Granada el 24 de septiembre de 1864. Se casó con Felisa Payán Verón el 11 de diciembre de 1892 en Granada. En su familia no hubo antecedentes cantaores ya que ni su padre Manuel Crespo López ni su madre Josefa Gálvez de la Elvira tuvieron contacto estrecho con el cante. En esos lejanos tiempos de finales del siglo XIX, casarse después de tener descendencia no era nada habitual y era casi mal visto. Pero Juan que era un hombre de genio y ajeno al que dirán, tuvo a su primera hija (María Angustias) cuatro años antes de casarse por la iglesia, concretamente el 25 de abril de 1888 y el cura aceptó bautizarla el 8 de mayo de 1888

Juan no llegó a ser artista profesional tal y como lo entendemos en la actualidad, aunque sí que fue en su momento uno de los cantaores más conocidos de la ciudad, al que casi que se le podría denominar artista a tenor de la multitud de actuaciones que protagonizó en su larga vida. De profesión sombrerero, alternó en el cante junto a Rafael Gálvez Aragón, el Calabacino, el Rizas, el Tejeringuero, Manuel Rosales y muchos otros. 

En su vida personal fue un hombre de carácter. Al parecer, fue bastante mujeriego lo que le trajo multitud de problemas que cerca estuvieron de meterlo entre rejas en varias ocasiones y de hacerle perder incluso la vida. En una ocasión (concretamente 14 de septiembre de 1886) iban por la calle Oidores José Gutiérrez, hijo del dueño del comercio de guantes que existía en la plaza de Bib-Rambla y Juan Crespo hacia su casa para descansar, pues habían estado en los ventorrillos de vinos el día anterior. Al llegar a la Cruz Verde se cruzaron con un joven con el que habían tenido algún enfrentamiento por cuestiones de amores. Se encararon y el joven sacó un cuchillo y espetó: “ya llegó tu hora o la mía; tengo para ti dos puñaladas”. Con las mismas, Crespo sacó una pistola de dos cañones. Apareció también la esposa del joven del cuchillo y más personas, entre otras un hermano de Juan; hubo una revuelta hasta que se escucharon dos tiros sin saber si el arma la tenía en las manos Juan u otra persona tras el forcejeo previo y el tiro le dio a José Gutiérrez quien ya no tenía el cuchillo encima. Poco después, en los alrededores de Plaza Nueva fue detenido Juan Crespo como presunto autor de aquel disparo.

Dos años después, el 22 de marzo de 1888 se celebró el juicio oral. Tuvieron suerte ya que una declaración a testigos hizo cambiar el informe del fiscal que fue determinante para que no entraran en prisión. Declararon los testigos del sumario manifestando que los procesados se vieron obligados a cometer el delito a consecuencia de los insultos y provocaciones que les profirió José. El fiscal propuso la absolución y salieron indemnes de tal experiencia aunque fueron condenados a pagar 125 pesetas de multa e indemnización de perjuicios al ofendido José. 

Crespo fue un hombre que vivía muy intensamente el día a día de la ciudad. Alternaba con frecuencia en las ventas de las afueras y en las del centro. De vida ajetreada, tuvo más situaciones con armas de por medio. El 16 de abril de 1900, paseando por el paseo de San Sebastián cerca del Violón se encontró con su antiguo amigo Miguel Ruiz, de profesión guardia municipal. Tras tiempo sin verse, decidieron ir a tomar vinos a un ventorrillo situado en la misma plaza durante todo el día hasta primeras horas de la noche. Casi finalizado el encuentro el guardia le preguntó si tenía muchas ganas de vivir a lo que él contestó que le era indiferente. En esas Miguel Ruiz sacó el revólver y le dijo: “Te hace mucha falta la vida. Pues ya has acabado de vivir”. Y acompañando la acción con la palabra hizo dos disparos a su amigo Juan según declararon algunos testigos. Previamente habían estado discutiendo e insultándose y la disputa fue a mayores hasta que sucedió lo inevitable.

Uno de los dos proyectiles le causó una herida grave en la región temporal izquierda, véase, el ojo izquierdo, alojándose en la cavidad orbitaria. La investigación de las autoridades determinó que Miguel solo efectuó un disparo sobre Juan y que cuando vio a éste en el suelo bañado en sangre se apuntó con el cañón en la sien derecha y descargó el tiro que le quedaba. El estado nervioso en que se encontraba le salvó la vida, pues al disparar se le desvió la pistola y la bala pasó rozándole el cuero cabelludo. En un principio se dio a la fuga pero poco después acudió al hospital San Juan de Dios a curarse las heridas leves, permaneciendo custodiado por agentes policiales. Juan cayó al suelo ensangrentado y pudo aunque con trabajo dirigirse a la Casa de Socorro en la que fue curado por los médicos Matías Sola y Pablo Prieto. Tras la cura de rigor fue trasladado al hospital de San Juan de Dios. 

Según parece, el motivo de aquel ataque fue una mujer cuyo amor se disputaban. Ella admitía las 'caricias' de ambos, razón por la cual se miraban con recelo. Tanto la prensa granadina como la madrileña erraron en el apellido de Miguel dando como válido Moyano en lugar de Ruiz. Sin embargo, un diario madrileño llegó a 'matar' al cantaor granadino:

Un año más tarde, el 7 de julio de 1901 se celebró la vista para el juicio en la sala de lo criminal del juzgado del Campillo. Poco después, el 1 de marzo de 1904, aparecen noticias de otro altercado a través de una denuncia de Juan Crespo al jefe de la guardia municipal ya que al pasar por la calle de la Colcha le fue rota la capa por un carro que guiaba Antonio Serrano Rodríguez

Años más tarde, el 7 de diciembre de 1917 tuvo lo que en la época llamaban 'desahucio a la moderna'. Juan vivía en la calle Hospicio viejo nº2 y tuvo que denunciar en la jefatura policial a su casero al que al parecer no debía ninguna mensualidad pero que, aprovechando la ausencia de su inquilino, le retiró una ventana y parece que sin las maderas no era posible habitarla. ¡Un desahucio a la moderna, por frío!

Sin desviarnos mucho más de la figura de Juan como cantaor, ha de afirmarse que formó parte de multitud de espectáculos compartiendo cartel con los ya mencionados. Sus éxitos comenzaron en la última década del siglo XIX y se alargaron hasta al menos la celebración del Concurso del 22. De sus actuaciones nos hemos hecho eco a través de los distintos actos benéficos en los que participó además de su intervención en los actos del concurso. Aparece también en prensa la nota que asegura que en 1900 actuó en el Circo Gallístico de Granada merced a la concesión del permiso del Gobernador Joaquín Herrera Najaro para que, además, actuasen Manuel Rosales, el Calabacino, Paco el del Gas y los tocaores de guitarra Francisco Rus y Nicolás García.



*Capítulo extraído del libro 'Frasquito Yerbabuena'.


JUAN CRESPO GÁLVEZ

Resultaban mínimos los datos que conocíamos hasta ahora de este artista granadino. Alguna reseña de prensa y poco más allá de que fue sombre...