martes, 7 de febrero de 2023

LO HIJOS DE CHORROJUMO, ANTONIO Y RAFAEL FERNÁNDEZ ROMÁN. ANÉCDOTAS Y SOBERANAS PAPAS

 Los hijos de Chorrojumo o 'Chorro e jumo como' los llamaba la prensa eran unos personajes de cuidado. Aquí se muestra parte de su currículum. Uno de ellos, Antonio, además fue guitarrista. 


El Defensor de Granada, 20 de agosto de 1901.


La Publicidad, 30 de abril de 1902.


 La Publicidad, 6 de septiembre de 1904.


El Defensor de Granada, 13 de marzo de 1906.



Noticiero Granadino, 21 de marzo de 1906.


El Defensor de Granada, 28 de octubre de 1906.




La Publicidad, 28 de octubre de 1906.



Noticiero Granadino, 11 de abril de 1907.



Noticiero Granadino, 13 de noviembre de 1907.



La Publicidad, 13 de noviembre de 1907.



  Noticiero Granadino, 11 de agosto de 1908.



El Defensor de Granada, 11 de agosto de 1908.


El Defensor de Granada, 21 de noviembre de 1908.


La Gaceta del Sur, 8 de diciembre de 1908.



La Publicidad, 8 de diciembre de 1908.



El Defensor de Granada, 3 de agosto de 1911.



Noticiero Granadino, 3 de agosto de 1911.



         Noticiero Granadino, 15 de noviembre de 1914.


El Defensor de Granada, 20 de julio de 1918.



La Publicidad, 15 de enero de 1921.




La Publicidad, 23 de abril de 1921.



    Noticiero Granadino, 11 de junio de 1921.


La Publicidad, 23 de octubre de 1921.



Noticiero Granadino, 25 de agosto de 1922.



La Publicidad, 14 de agosto de 1923.



Noticiero Granadino, 15 de agosto de 1923. 



La Publicidad, 11 de septiembre de 1923.





El Defensor de Granada, 31 de mayo de 1924.




El Defensor de Granada, 10 de agosto de 1925.



El Defensor de Granada, 9 de septiembre de 1925.


El Defensor de Granada, 14 de marzo de 1926.



El Defensor de Granada, 3 de junio de 1906.








La Gaceta del Sur, 3 de enero de 1909.



La Publicidad, 11 de agosto de 1908.





Noticiero Granadino, 26 de marzo de 1907.




Noticiero Granadino, 12 de noviembre de 1916.



El Defensor de Granada, 25 de agosto de 1922.


La Gaceta del Sur, 3 de octubre de 1924.



La Gaceta del Sur, 22 de noviembre de 1924. 

Gaceta del Sur, 17 de marzo de 1926.


          Gaceta del Sur, 30 de septiembre de 1928.



El Defensor de Granada, 13 de julio de 1923.




El Defensor de Granada, 18 de agosto de 1923.



El Defensor de Granada, 8 de abril de 1924.



La Gaceta del Sur, 30 de septiembre de 1928. (Idéntica a otra de 1908).


        El Defensor de Granada, 8 de julio de 1929.     



El Defensor de Granada, 17 de enero de 1930.


           
El Defensor de Granada, 28 de julio de 1930.



El Defensor de Granada, 15 de enero de 1931.



Noticiero Granadino, 10 de agosto de 1932.



El Defensor de Granada, 5 de septiembre de 1934.




lunes, 6 de febrero de 2023

MEDIA GRANAINA Y GRANAINA

LA GRANAINA Y LA MEDIA GRANAINA.

Históricamente ha habido confusión para diferenciar la nomenclatura y el reconocimiento del cante por Granainas y por Media Granaina. En la actualidad se sigue manteniendo la inversión del orden real de estos dos cantes que, a todos los efectos, son totalmente distintos el uno del otro. Vamos a hacer un repaso específico de lo que han sido estos dos cantes; el uno un cante local proveniente del folclore granadino, esto es, un fandango de Granada denominado en el siglo XIX 'Granadinas'. El otro, un cante creado por el jerezano D. Antonio Chacón y que ha creado controversia desde su nacimiento. Recogemos aquí algunos datos.

Comenzamos con los argumentos que recoge Blas Vega en su biografía de Chacón. Nos habla del cante que crea el jerezano alejándolo de otra línea musical que se ejecutaba en aquellos años, la del fandango de Granada que popularizó Frasquito Yerbabuena. Sobre la divulgada por el cantaor nos dice que respeta el material sencillo, popular y hermoso que tenía a mano, el de la vieja Granadina.

Este investigador sostiene que la etiquetación de los discos no siempre era la correcta en estos casos concretos de granaina y media granaina. Para él, cuando canta la granaina y la media granaina lo hace siempre en este orden que es el correcto y lógico para poder llevar a buen término la feliz ejecución de dichos cantes. En la actualidad, se mantiene este orden por lo que el cante menos elaborado y más 'corto' es para Blas Vega la granaina (/Engarzá en oro y marfil/) y el más elaborado la media granaina (/Viva el puente del Genil/). Siguiendo esta línea, relata que para Chacón la granainaera un cante que se le venía corto y que su temperamento inquieto y condición musical le impulsaron a desarrollar la base de este cante para crear otro estilo de más valor artístico, al cual como él decía 'no le puedo llamar granadina y como algún nombre le tengo que poner le llamo media granadina'.

Siendo esto así, resulta cuanto menos contradictorio que en los propios discos de Chacón aparezca la etiqueta 'media granadina' al cante que el investigador y biógrafo decía que era granadina. Nos cuesta creer que aún creyendo que los errores en las etiquetas fuesen probables el propio Chacón dejara que se produjera con tanta asiduidad y no se corrijieran tras un error inicial. Así, si observamos, por citar ejemplos, la galleta central del disco grabado para la casa discográfica Odeón (SO 4605, 181.029) con la guitarra de Perico del Lunar, apreciamos que lo que él llama (siempre según Blas Vega) granaina está etiquetado como media granadina. Circunstancia similar ocurre en el disco de la misma serie (SO 4606, 181.026) /Rosa si yo no te cogí/ cuando etiqueta el cante como media granadina. Para el caso contrario nos vamos al disco etiquetado como granadina (Odeón SO 4608-2, 181.027) cuya letra /La que vive en la Carrera/ es la que se denomina en la citada biografía del cantaor como media granadina. Para cerrar el círculo encontramos dos casos similares en los que aparecen en la galleta central el orden de los estilos que interpreta: Gramófono (BJ-1203, AE-2047) con la guitarra de Montoya y la etiqueta 'Media granadina y granadina' y Gramófono (BJ-1204, AE-2051) también con Montoya.

Por otro lado, Martín Salazar tuvo la ocasión de conversar con Mariano Morcillo acerca del cante por granainas ya que éste acompañó a Chacón en su juventud cuando iba a Granada para conocer y escuchar los cantes locales. Él siempre los refería como granainas en plural ya que lo de media granaina no le parecía acertado pues eran cantes enteros y por tanto debían no llamarse 'medios'. Solía bromear cuando le pedían que hiciese una media granaina y cuando llegaba a la mitad del cante decía ¡Ahí tienes la media granaina!'.

Es evidente que cuando Morcillo hace referencia a las granainas que escuchaba el jerezano se ciñe al fandango de Granada con aire folclórico que se cantaba en la ciudad. Teniendo en cuenta la cronología temporal en que se fragua este cante, queda descartada la posibilidad y la teoría de quien da por válida la de que Frasquito Yerbabuena fuera una de las fuentes de las que bebió Chacón para dar forma a su creación sabiendo que Yerbabuena nació en 1884 y sería un niño cuando Chacón ya tuvo contacto con los cantes locales.

Además el jerezano conoció a otros cantaores insignes de Granada a los que no solo escuchó sino de los que aprendería las formas autóctonas en las que se ejecutaba el fandango. Nos referimos a Antonio 'el Calabacino' (1860), Antonio 'el Tejeringuero', Francisco Rubio López 'Paco el del Gas' (1873), Rafael Gálvez Aragón (1865), Paco el gitano (1875)...

Esta nómina de artistas fueron, sin duda, la principal herramienta musical y transmisora de la que se sirvió Chacón para (re)crear un cante al que llevaría a la pérdida del compás, lo dotaría de una libertad tanto expresiva como rítmica y convertiría en una 'propiedad'.

No es de recibo descartar, por tanto, la figura de Frasquito Yerbabuena en tanto que sí fue fiel ejecutor y transmisor y personalizador del verdadero y primitivo fandango de Granada. Al César lo que es del César. Pero no debemos confundir ser un válido transmisor con un creador.

La confusión posterior con la terminología de cuál es cada cante, a tenor de lo explicado por Martín Salazar, viene cuando Fernando de Triana en su obra 'Arte y artistas flamencos' (1935) escribe:

Después de éste y otros cantes grandes (en alusión al cante que hacía África Vázquez) también tiene Granada su fandango: la granaína chica, la que en razón debiera llamarse media granaína, que, a pesar de no ser un cante tan complicado como los otros cantes, es de una valentía enorme y hay que tener grandes pulmones para cantarla. En el mismo Granada he conocido yo verdaderos fenómenos en este cante: el Calabacino, Paquillo el del Gas y el Tejeringuero fueron verdaderas lumbreras. Pero el mejor ha sido Francisco Gálvez. Hay que oír a Frasquito Yerbaguena (como cariñosamente le llaman allí) cuando canta, entre otras, esta copla:

Se lo peí a los civiles

por el santito del día,

que aflojaran los cordeles,

que los brazos me dolían”

Para el de Triana, la granaina chica es lo que actualmente denominamos fandango de Frasquito Yerbabuena, es decir un fandango valiente que a la sazón y teorizando podríamos confundir igualmente con la media granaina tal y como se denomina actualmente (/Viva el puente del Genil/). Y no nos referimos al estilo asociado a la letra sino a la valentía en la ejecución del cante que es lo que puede provocar esa confusión. De manera paralela, en los discos de Chacón se etiqueta como granadina al cante más elaborado y valiente lo que nos lleva a dar más sentido a esta mala interpretación.

Para M. Salazar son tres los grupos en los que él asienta las diferentes teorías recogidas de otros estudiosos para encuadrar los posibles orígenes de este cante:

Primer grupo.- Lo constituyen quienes creen que la granaína no es otra cosa que una modalidad más de malagueña creada por Chacón valiéndose de un soporte anterior también de origen malagueño. Este grupo está formado generalmente por tratadistas procedentes de Málaga, tales como Pepe Navarro, José Luque Navajas y Gonzalo Rojo.

Segundo grupo.- En él se pueden incluir a todos los que estiman que para sus creaciones Chacón se basó en otrasgranainas o fandangos de Granada anteriores a la llegada del cantaor a la ciudad de la Alhambra en 1890. Tratadistas tan opuestos en sus conclusiones, la mayoría de las veces, como son por una parte Molina y Mairena y por otra José Blas Vega, sin embargo, vienen a coincidir en este punto.

Tercer grupo.- Su representante más característico es Arcadio Larrea Palacín; para él la granaína es pura invención de Chacón.

Por último, en la última biografía publicada de don Antonio Chacón, el investigador Ramón Soler explica razonadamente los motivos de la consideración de uno y otro cante. Recoge en el análisis de los estilos que existe un disco de 1924 en el que el Canario de Colmenar interpreta el cante largo con las letras /Viva el puente del Genil/ y /Que le llaman la Alcazaba/. Viene titulado como se hace actualmente al igual que ocurre en otras grabaciones de Manuel Vallejo con Borrull en 1926 en idénticas circunstancias. Para Soler, el éxito de Vallejo fue tal que hizo que se impusiera esa nomenclatura, es decir, granadina para el cante de inicio y media granadina para el cante valiente que se suele hacer tras el primero.

Sin embargo y a pesar de que Chacón fue quien pondría en circulación ese cante, no trascendió su forma de etiquetarlo y sí la de Vallejo que triunfó con su versión. De este modo, en la actualidad coincide la nomenclatura del propio Blas Vega para asignar nombres a cada uno de los estilos. Es una costumbre muy extendida en artistas no sólo de Granada anunciar, cuando van a hacer estos cantes, como 'Granaina y media' o sea, lo contrario a lo anunciado en los discos de Chacón. Para Soler si la palabra 'media' sugiere brevedad parece adecuada la denominación de Chacón que es la que usaba normalmente en su época. Pero la contraria también puede tener cierta lógica si se tiene en cuenta la pareja 'verónica/media verónica' del toreo. Lo mismo que la media verónica sirve para cerrar una serie de lances de capa, llamar media granaina a la más efectista que sirve para cerrar, entra dentro de lo razonable.

En 1923 cuando Manuel Vallejo graba este estilo lo titula 'Granadina' /Donde yo me pueda ir/ (Regal RS-332); hasta aquí todo correcto y en la misma línea de Chacón. Dos años más tarde impresiona en otro disco y con etiqueta 'Granadina' /Que le llaman la Alcazaba/. La confusión empieza un año después, en 1926, cuando graba con la letra /Viva el puente del Genil/ y aparece en la galleta central del disco con el título 'Media Granadina'. Este cambio fue el precedente que provocaría el cambio de términos tal y como lo estableció en origen Chacón. Bien es verdad que Chacón no las grabó hasta 1928 por lo que al adelantarse Vallejo en los discos y rotularlas así llegaría la confusión de la que ya no habría vuelta al origen.

Sin embargo, en otras grabaciones del sevillano aparecen indistintamente el mismo título para cantes distintos: Gramófono (AE-2908) con la etiqueta media granadina 'De ti no me acordaba' (es el cante que comienza con la letra Serrana que te olvidara y Gramófono (AE-2910) con el mismo nombre de media granadina pero con la letra La que habita en la Carrera. El baile de asignaciones durante apenas 3-4 años debilitó el criterio de Chacón y en tanto que Vallejo despuntó con ejecuciones muy rimbombantes en las que se lucía alargando los tercios hasta la extenuación, así quedó la asociación de cantes y estilos. Más tarde, Juan Mojama respetaría el orden que dio Chacón a cada cante pero de poco sirvió pues el cambio, intencionado o no, ya se había producido. El hermano de La Niña de los Peines, Tomás, también la grabó en 1928 con el título Granadina Que le llaman la Alcazaba e incluso se escucha a su hermana jalearle de esta guisa: ¡Vamos a ver esa media granaina con gracia!- Lo que nos lleva a afirmar que ya estaba asumido cual era cada estilo de granaina.

En 1924 José Cepero también graba con la guitarra de Luís Yance un cante etiquetado como media granadina con la letra /Que le llaman la Alcazaba/ lo que pudo contribuir junto con el disco de Vallejo a esta inexactitud en la terminología. Eduado M. del Portillo en su obra 'Cante Jondo' culpa a Cepero:

[…] otro error de ahora. La granaina clásica se llama media granadina; es decir, la llaman. Uno de los que contribuyen a esta confusión es el propio José Cepero'.

Por contra, hubo quien se resistió a mantener esta nueva asignación. Aurelio Sellés seguía llamando al cante como media granaina. En una grabación que rescató Antonio Barberán en su blog El callejón del duende cedidas por David Palomar exclama Aurelio: ¡El cante es medias granainas y malagueñas de Enrique el Mellizo! Y la letra que interpreta es /Tu enfermedad se curaba/.

Otros intentos posteriores por ordenar este galimatías no llegaron a buen puerto. En la Historia del Cante Flamenco (Belter, 1968) de Juan Valderrama se anuncia la granaina /La que habita en la Carrera/ y como media granaina o granaina chica el cante con la letra /Fue porque no me dio la gana/ respetando así lo asumido por Chacón. Lo mismo sucedió en la Antología del Cante Flamenco (Hispavox, 1955) pero tampoco consiguió que se denominaran los órdenes respetando el criterio de Chacón. Rafael Pareja también intentó sin éxito dejar claro lo se afirmaba en las etiquetas de los discos de Chacón:

[…] El inteligente apreciará que la llamo media granaina y es una cuarteta y no una quintilla como se canta hoy, pero el anterior cante, creación de Chacón, es la “verdadera media granaina”, pues lo que que hoy se canta con tal nombre es la granaina.

De este modo creemos oportuno mantener la nomenclatura que aparece en los discos de Antonio Chacón ya que si él fue el creador del estilo que derivará a otras nuevas formas musicales debemos respetar su forma de denominación. Además, es evidente que con el nombre de granadina ya existía desde décadas antes un cante consolidado y compuesto que se ha mantenido fiel a su matriz sonora por lo que la creación de Chacón no ha tenido más remedio que llamarse de otro modo. Por tanto y a lo largo de las explicaciones debemos respetar la nomenclatura del cantaor jerezano: Granaina para el fandango de Granada y Media granaina para su creación personal. 

Y para muestra un botón. O lo que es lo mismo: una imagen vale más que mil palabras.




























BLAS VEGA, J.: Vida y cante de D. Antonio Chacón. Edit. Cinterco. Madrid, 1990.CONDE GONZÁLEZ-CARRASCOSA, A.: De Graná, granaínas. Diputación de Granada. Granada, 2018. MARTÍN SALAZAR, J.: Las malagueñas y los cantes de su entorno. 1998.

M. DEL PORTILLO, E.: Cante Jondo. Madrid, 1929. 

RONDÓN RODRÍGUEZ, J.: Recuerdos y confesiones del cantaor Rafael Pareja de Triana. Edic. La Posada. Córdoba. 2001. 

TRIANA, FERNANDO DE. 'Arte y artistas flamencos'. Edic. Facsimil. Madrid, 1935. 

VV.AA. 'Don Antonio Chacón'. Nº 1 de la colección Carlos Martín Ballester en la que participan Ramón Soler Díaz, Guillermo Castro Buendía y José Manuel Gamboa.

https://cdizflamencoflamencosdecdiz.blogspot.com.es/2013/09/aurelio-selle-cantes-ineditos.html?showComment=1378052353236#c3364269921274845351.

http://granadaiflamenco.blogspot.com/search/label/Carmela%20la%20Parranda.


jueves, 21 de julio de 2022

JONDO. Generalife 2022. Eduardo Guerrero. 19/07/2022

Lo primero que nos preguntamos cuando finaliza el espectáculo es su vinculación/relación directa con el Concurso de Cante jondo de 1922 para poder ubicar los cinco cuadros que componen esta obra. 'Jondo' es la historia de desamor de algunos de los personajes de García Lorca, Sin embargo, encontrar la unión específica entre esto y el Concurso se nos hace cuanto menos dificultosa. No en vano, la danza se utiliza para expresar emociones y sentimientos que argumentan e hilvanan contenidos. A esto deberíamos agarrarnos para justificar el contenido con el argumento. Pero a priori, cuesta.

Para analizar la obra en cuestión habría que atender a diferentes criterios o puntos de vista desde los que afrontar, justificar y responder a varios por qués. 

En primer lugar los cinco cuadros que la arman: Rosita, Don Perlimplín, Mariana, Adela y El Director. Todas ellas tragedias de desamor o 'des' lo que sea pero en todo caso, sin atisbo de flamenco ni del Concurso. Si bien es cierto que García Lorca no fue un entendido del flamenco aún participando en la gestación y desarrollo del Concurso, su amor por este justifica que en un análisis subjetivo podamos encontrar sinergias entre lo jondo y lo dramático de sus obras. Una cuestión nada baladí si profundizamos y visualizamos con detenimiento la mente de Lorca y sus pasiones. 

En segundo lugar, no pareció difícil converger los cinco cuadros a lo 'Jondo' de esta obra ya que la danza es uno de los vehículos que mejor funcionan para la transmisión de emociones, como dije anteriormente. En esas, Eduardo Guerrero no tiene rival. Sus virtudes en el escenario, su técnica, su capacidad interpretativa choca con los momentos que quisieron ser flamencos pero que, en todo caso, fueron contemporáneos. De inicio, a solas consigo mismo en el escenario posó a pecho casi descubierto tapado por un traje semi abierto donde muestra sus cartas y lo que supone ser un conocedor del baile flamenco y de lo contemporáneo en el ámbito de la danza. 

El hilo conductor fue desde el principio la modernidad del baile. Del baile no flamenco entendido desde la tradición. Y lo cierto también es que apenas hubo flamenco salvo en ocasiones contadas que lo hubo sí, y del bueno. Las coreografías fueron grupales a excepción del final de la noche. 

En un análisis general del espectáculo, el protagonismo fue del grupo de actores/bailaores/as/ines/as que compusieron los pasajes. Fueron ellos quienes dirigieron el recorrido dancístico creado por Guerrero sin olvidar la excelente dramaturgia de Triana Lorite. No obstante y a pesar de la creatividad de las composiciones, faltó tensión escénica entre los pasajes. Y quien la provocó fue la parte más flamenca de la velada en la que Carmen Linares tuvo mucho que decir. Una de las grandes del cante de los últimos 50 años, con su voz gastada por el tiempo fue 'Mariana'. Su participación fue simbólica pero lo suficiente para dotar a la obra de grandes pretensiones en la sección de cante. 

En tercer lugar, la música. Tan sólo una guitarra y una batería amén de las voces de Ana Salazar y Manu Soto. La guitarra de Pino Losada fue quien sostuvo musicalmente la obra, acompañada por la batería de Pablo García que nos trasladó por muchos momentos al Rock Andaluz en un alarde de contemporizar el pasado y el presente anterior, además del trombón de Jorge Moreno que secundó al resto de músicos. En este apartado, la música se mimetizó con el concepto escénico: tensión ajustada y diálogos entre la danza y el flamenco, o bien entre la danza flamenca.

No hubo programa de mano lo que hizo que parte del público esperara más flamenco y menos danza. Pero quien conozca de la trayectoria de Eduardo Guerrero sabe que convierte lo uno en lo otro sin más distinción. Y ese fue su gran fuerte. No le hizo falta bailar el cante. 

En cuanto al contenido en sí, el nexo propiamente teórico-flamenco estuvo en el prólogo y en el epílogo y la exposición de motivos justificados en la conferencia que dio García Lorca el 19 de febrero de 1922.

Los cuadros nos enseñaron a Doña Rosita, triste, dramática y acabada por el desgaste del tiempo. A Don Perlimplín buscando el amor hasta su muerte, a Mariana perdida, ida, y al Director en su versión mas se(n)(x)ual. Las coreos estuvieron de diez en los cuerpos de Mónica Prado que estuvo sobresaliente, Clara Checa, Elisa del Mar, Irene Flores, Lola Moreno, Nino González y Alejandro Fernández. Entre todos sucumbieron a los encantos rotos y mustios de las personalidades de sus protagonistas.

El alma mater de la obra fue Eduardo Guerrero al que nos hubiera gustado disfrutarlo más. Y no porque no lo hiciéramos sino porque se nos quedó corta su participación. En el escenario estuvo soberbio. Vagó por el escenario cual duende lorquiano vislumbrando a los personajes que bailaban los pasajes. Y llegó la grandeza expresiva en la soleá del final, que antes del epílogo, mostró a un Guerrero guerrero, vanguardista y ancestral a la vez, personal al extremo pero sobre todo flamenco. 

Centrándonos dentro de los márgenes exclusivamente flamencos, hubo ecos de caña, polo y peteneras. Carmen Linares cantó por seguiriyas. Su voz bronceada por el tiempo y gastada y arañada por el cante tuvo su respuesta en los aplausos finales ya que fue la única que consiguió levantar al público cuando salió a saludar. Recitó con maestría las letras lorquianas. Transcurrida una hora del espectáculo hubo un impass exclusivamente flamenco donde tanto el baile como el cante fueron protagonistas a pares: Granaina y Media, Tangos de Graná, Fandangos folclóricos del terruño, La Mosca, La Cachucha y por supuesto la sonanta enfalsetada en la zambra morisca cuyo recuerdo a Los Ovejillas y Los Habichuela fue el hilo conductor. También se cantó la Serrana. 

Y finalizó 'Jondo' con el epílogo en la voz de Ana Salazar. Sobria, entre mística y moribunda, triste y apagada, lorquiana 100%. Y cuando esperábamos un final in crescendo no lo tuvimos porque así se despidieron, de nuevo con la tensión planificada que se mantuvo toda la noche lo que no resta calidad a Sharon Fridman y su particular forma de diseñar y dirigir la obra desde su visión y sus competencias. 

Finalmente queda valorar la gran calidad en el tratamiento de luces. Un escenario que se presta a tantas opciones, pero que en esta ocasión se adecuó y encajó como un puzzle con la trama y con el diseño luminoso que quedó adosado al corpus  musical y estético.




miércoles, 1 de junio de 2022

ESTRELLA MORENTE & RAFAEL RIQUENI. Teatro Alhambra. 27/5/2022.

Resultó una grata sorpresa poder escuchar a Estrella Morente, nuestra artista flamenca más internacional en un escenario ciertamente íntimo como el del teatro Alhambra, teniendo en cuenta que la solemos ver en grandes espacios. Puso el broche de oro al ciclo 'Flamenco viene del sur' de este curso junto a la guitarra del maestro sevillano Rafael Riqueni. Para ella y para la mayoría estamos hablando de un genio de la sonata de los últimos cincuenta años y ella quiso recordárselo públicamente en varias ocasiones.

Adaptada al espacio, Estrella se libró del grupo artístico que suele acompañarla para ofrecer un recital íntimo en las intenciones y largo en el recorrido estilístico de los distintos cantes que ofreció aún con buena variedad de cantes pero con pocas letras para cada uno. 

Arrancó con alegrías y cerró con cantiñas. Dio paso a un par de letras por tientos para demostrar que conoce y domina el cante sin artificios, natural, saliendo de sus adentros, si bien no hubo exposición en los remates. Fue la tónica de la noche. Del tiento al garrotín y de aquí a la malagueña, del Canario, que remató por abandolaos acordándose de Pastora Pavón 'La de los peines'. El recuerdo a la cantaora sevillana estuvo presente toda la noche. 

Por seguiriyas abordó estilos jerezanos del Marrurro y de Los Puertos en el remate, aunque no se peleó con el cante en ningún momento de la noche; por otro lado, es en este cante (seguiriya) donde más debió exponerse para no deslucirlo.

Dejó a Riqueni a solas con su sonanta para que nos deleitara con tangos armonizados en tonalidad que nos trasladaba a la rondeña, sin llegar a serlo; soleares y toque por levante. Una genialidad propia de un genio. De Riqueni hay que quedarse con el nivel compositivo estratosférico antes que con la técnica que desarrolla en estos años que queda oculta por mor de su capacidad creativa.

De nuevo volvió Estrella a la caja escénica para abordar soleares del Mellizo en versión de 'La de los Peines', al igual que hizo con el estilo corto de Frijones y de La Serneta y remate de Joaquín de la Paula, adornados todos por la impronta de Pastora en todo momento. Y es que es evidente que para Estrella, Pastora está en todos sus cantes y en todos los giros de su voz. 

Tras ello, se acordó de los cantes de la tierra en un repertorio ameno y conocido de tangos de Graná: del Camino, del Cerro y Paraos.

Quiso cerrar la noche por bulerías introduciendo los 4 muleros lorquianos en compás de amalgama, al que se sumaron el compás de su hijo Curro Conde, Ángel Gabarre y Antonio Carbonell. En el bis se despidió a lo grande con uno de sus buques insignias: 'Volver'. Y como se quedó con ganas dejó a Riqueni que empezara las notas de 'Amargura' de Manuel Font de Anta para aportar Estrella su particular versión en la marcha y en la copla como también hiciera con anterioridad en los abandolaos al modificar la letra original para mostrar su cariño y respeto a su recientemente abuela fallecida. 

viernes, 27 de mayo de 2022

MELLIZO DOBLE. Israel Galván y Niño de Elche.

Israel Galván es el prototipo de vanguardismo flamenco definido a través de la danza o el baile flamenco. Niño de Elche, artista multidisciplinar, flamenco, exflamenco y de nuevo parece que flamenco.

Mellizo doble es la definición de un espectáculo en el que a partir de conceptos vanguardistas se ha rendido, de alguna manera, a artistas clásicos y contemporáneos o, al menos, a algunos de sus más brillantes espectáculos (Meneses, Vicente Escudero y Val del Omar)

Hemos de partir de la base de que el programa de mano pretende anunciar qué va a encontrarse el público durante los más de 70 minutos que dura la obra. Lo cierto es que resulta cuanto menos, difícil entender el significado y el símil de lo teórico y de lo práctico. En lo teórico es confuso adivinar la intención más allá de la comparación con la revolución industrial y las máquinas. Por comparar, podemos comparar y aunar cualquier cosa. Sólo hace falta encontrar la convergencia y que sea coherente.

El análisis de este espectáculo merece explicarse en cada una de las partes que lo componen no sin antes buscar una definición que se acerque a lo visto y escuchado. Lo más cercano es tildar a este espectáculo de obra cómico-flamenca. Dos sustantivos que bien se pueden asociar a cada uno de los protagonistas. De un lado, Galván es flamenco hasta respirando. Sus andares, sus movimientos en el escenario aún pareciendo redundantes, son genialidades personales que definen su manera de entender el baile. El de Elche asume un rol más cómico y esto es porque apenas apela al cante. El cante deja de ser el eje central para pasar a un segundo plano en el que el exflamenco (como así se ha definido él mismo en los últimos años) intercala tercios de letras y de estilos con sonidos experimentales que salen de su garganta. Habrá quien llame a esto experimentar con la voz, con el cante, pero el resultado positivo, a tenor de las risas que suscitó entre el público, apenas existió salvo detalles en la toná, seguiriya y una caña a ritmo de pasodoble acelerado que rezumaba aire de rumba por momentos.

La obra comienza con un recitado en el que Pastora Imperio y la tauromaquia toman protagonismo en la voz del de Elche vinculado a la maestría innovadora de Israel. En el repertorio letrístico, se llega a ofender a los flamencos afirmando que pisan los huesos de sus padres (tomando prestadas las palabras de Eugenio Noel). Una mezcla con poco o ningún acierto salvo que el objetivo fuese dañar la imagen del flamenco y burlarse de él. O experimentar. A saber. Transgresión pura y dura.

Sones intermitentes del 'Pregón del uvero' de Manuel Vallejo y de 'Barrio de Santa Cruz' de Canalejas de Puerto Real en la voz del de Elche. Intermitentes porque jugó con los tiempos, con las notas, con las sílabas, que desaparecían y aparecían. Si hubo extranjeros con poco dominio del castellano, no debieron entender nada de aquello. Israel, entretanto, se dedicó a bailar. Braceo personal, gestualización facial provocante, delirante pero flamenca y repertorio de pies magnífico durante toda la noche.

Hay una cuestión a destacar. El público estuvo casi más pendiente del excantaor que del bailaor, quizás a la espera de alguna de sus excentricidades que provocasen más risas. Porque risas hubo. Y sonidos experimentales intercalando la brevedad de las letras flamencas también. 

Si se pudieron adivinar con facilidad los tientos seguidos de la farruca. Pero de nuevo el abuso de intercalar sonidos que impedían mantener la atención en las coplas y en la música a 'capella' resultó acaparador para unos y provocó efecto disuasorio para poder seguir a Galván. Entre las muchas letras que se pudieron escuchar destacó esta: "chiquitán, chiquiti tan tan tan, que tun bam bam, que tun bam, que tepe tepe tam, pan, pan, que tun bam que pem". Ahora no caigo si esta copla popular la recogió Antonio Machado y Álvarez, alias 'Demófilo', Lafuente y Alcántara o es posterior y pudiera ser de Rodríguez Marín, alias 'Chimobayo'. El resto de coplas fueron derivadas a simples sílabas cuyas intenciones eran dar apariencia de cante.

Tras un receso de cinco minutos en el que sin cortinas laterales pudimos ver el cambio de ropaje de ambos artistas, volvieron a escena con la voz del Niño de Elche entonando lo que parecieron tonás y seguiriyas. Salvo las incontinencias experimentales vocales, el resto resultó de lo mejor de la noche demostrando el excantaor que tiene grandes facultades para el cante, que lo conoce, que lo disfruta y es capaz de ser un cantaor enorme cuando quiere. 

No obstante, con la sevillana posterior, se disipó esta imagen porque destrozó literalmente las coplas, el sentido y la música. De otro lado, al menos Israel supo captar la atención del público. Lo mismo bailaba en lo alto de un pequeño pandero adaptado para su peso y retocado para que sonaran sus pies, que descalzo sobre una losa, que con botas y haciendo música sobre la arena. No sin antes sacar de su delantal un rastrillo y dibujar unas rayas en la arena.

Otro entreacto cómico resultó cuando restaban cinco minutos de la finalización e Israel se quedó estático tras su interpretación. Tan sólo alumbrado por un foco lateral, luz tenue y nada más. Cinco largos minutos que dieron para mucho. Hubo entre el público quien utilizaba su móvil a la espera de que continuara el espectáculo. Hubo quien amagó con aplaudir hasta en tres ocasiones y al final llegó el contagio masivo pero débil en las intenciones. Taconeos del público alborotándose para entretenerse. Algo desesperado de la tardanza, el público volvió a aplaudir para provocar algún movimiento en el bailaor, que tardó en llegar. 

Tras un repunte final finalizó el espectáculo. 

En una ocasión le preguntaron a Curro Romero qué le parecía el toreo de José Tomás. La respuesta del 'Faraón de Camas' fue una sentencia: "Yo voy a la plaza de toros a decir ¡Ole!, no ¡Uy!. Aplicable a este espectáculo: ¡Ole! y no ¡jojojojo!.


                                                   
    


 



                                                




sábado, 30 de abril de 2022

FRASQUITO YERBABUENA. BIOGRAFÍA.

Estamos de enhorabuena. Está recién publicada la biografía del insigne personaje granadino FRASQUITO YERBABUENA, Cantaor no profesional, alcalde de La Romanilla, hombre generoso y querido por toda la afición de su tiempo, por artistas como La Niña de los Peines, Antonio Mairena, José Cepero, Cojo de Málaga, Cobitos y tantos otros con los que tuvo amistad inquebrantable. Aficionado a la tauromaquia, ganador de un premio en el Concurso de Cante Jondo de 1922, jurado de algún concurso de cante, y mucho más, son los datos inéditos que se pueden encontrar en este libro-disco. Conocido como 'El jilguero de Granada' y 'El ruiseñor de Ganada' por sus cualidades cantaoras esta biografía nos describe al cantaor, al padre, al hijo, al aficionado. 

A la venta en:

LA DROGUERÍA MUSIC

LIBRERÍA DAURO. C/ Zacatín. Granada.

DISCOS GRAN VÍA. C/ Gran Vía. Granada.









jueves, 10 de marzo de 2022

GENEALOGÍA DE FRASQUITO YERBABUENA

 A punto de publicarse la biografía de Frasquito Yerbabuena, el primero de los capítulos se centra en sus orígenes. De Francisco Gálvez apenas conocíamos unos pocos datos que han circulado por los ambientes flamencos (principalmente locales) y alguna anécdota puntual de sus experiencias en este arte. Su vida, su familia, sus vivencias o sus intereses fueron más allá de lo hasta ahora conocido y sus vínculos familiares con distintos personajes de renombre nos presentan a una figura que debe conocerse más allá de lo anecdótico. 

Para ubicar al cantaor en su entorno vamos a mostrar su genealogía desde finales del siglo XVIII. Se trata de una familia cuyo origen paterno procede de Montefrío pero que se establece en la capital para desarrollar el negocio del pescado. El patriarca fue Ildefonso Gálvez nacido en el último tercio del siglo XVIII y casado con Angeles Fernández. Por línea materna sus orígenes se remontan a fechas similares y proceden de Chamuchina y de Cúllar Vega, casualmente localidad donde se encuentra la pela flamenca Frasquito Yerbabuena. Para ampliar todos estos datos lo mejor es dibujar un árbol cronológico en el que aparecen todos sus parientes. 

En los otros árboles que aquí presentamos, aparece su vinculación con el también cantaor Rafael Gálvez Aragón que a la sazón fue su tío, pero en calidad de pariente lejano y no tío carnal como se mantenía hasta ahora. El segundo apellido de Rafael también nos es conocido porque es el mismo que el de los conocidos payasos de la T.V. (Pompoff, Thedy, Miliki, Milikito, Fofó, Fofito, Rodó...) Por tanto, existe una vinculación familiar, (aunque muy lejana) entre los payasos de la T.V y Frasquito Yerbabuena que ademas se criaron en el mismo barrio. 

ÁRBOL GENEALÓGICO DE FRASQUITO YERBABUENA



ÁRBOL GENEALÓGICO DE RAFAEL GÁLVEZ ARAGÓN







ÁRBOL GENEALÓGICO DE LA FAMILIA ARAGÓN (PAYASOS DE LA TV)














JOSÉ MERCÉ CANTA A MANUEL ALEJANDRO

Mercé 2.x. Las nuevas tecnologías han incluido en nuestro acervo lingüístico una cantidad ingente de términos del siglo XXI que debemos incl...