Uno de esos artistas granadinos que no han trascendido en el mundo del flamenco es el 'Panaero de Montefrio'. Un artista cuya trayectoria no va más allá del ámbito local, de su pueblo y los alrededores.
Cristobal Trujillo Garrido, natural de Montefrio, es un artista poco conocido. Nació el 1930 y su vida profesional se extiende a las localidades cercanas a la suya. Actuaciones en los pueblos de alrededores o en la campiña cordobesa son su principal credencial.
En su haber cuenta con un disco publicado en los que no faltan los cantes clásicos: malagueñas, caña, fandango de Lucena, jabera,soleá, debla, serrana,polo, petenera nanas, o granainas.
Por otro lado también grabó un casette compartido con Manuel Ávila en 1984 con Fonorus (Cantes puros del flamenco)
Por otro lado también grabó un casette compartido con Manuel Ávila en 1984 con Fonorus (Cantes puros del flamenco)
La guitarra acompañante es la de Miguel Ochando (etiquetado como Ochondo en el discopor error tipográfico) y grabado en los estudios Sonisur de Montilla (Córdoba).
En la bella ciudad de
Montefrío, rodeada de barvías tierras de secao y olivares, nace
Cristóbal, de la familia de los mollas, el día 20 de diciembre de 1930.
Toda su familia es gente del campo, atareada en las faenas agrícolas,
durante las cuales se canturreaban tanto los padres como sus primos.
Acude a la escuela hasta la edad de 9 ó 10 años en la que tiene que
incorporarse a las labores de la tiera.
El hambre y la curiosidad infantil, junto con el trasiego de soldados de la guerra, le hacen acudir a sus acampadas para lavar los platos y cantarles a cambio de comer en su rancho. En esas correrías le acompañan sus amigos Rábano, Maguta, Velázquez, el Condeso...
En la radio y en las tournés que pronto hicieron su aparición solía escuchar a Pepe Pinto, Vallejo, Niño de la Huerta, Palanca, Niña de los Peines etc. Para verlos, se colaba o hacía recados para que lo dejaran pasar.
Él considera que el cante es una cosa importante, que en él se encierra casi todo y que los jóvenes de ahora deberían prestarle mayor atención. Nunca ha participado en concursos con la excepción del de Córdoba de 1956 al que acudió en compañía de su paisano Manolo Ávila. Nunca había cantado con guitarra y, al escucharlo, el Niño Ricardo le dijo: "¿Pero cómo vienes tú sin haber ensayado?" Para ir, el alcalde entregaba, a quien se lo solicitaba, un papel en el que señalaba su situación económica para que la organización del concurso pagara los gastos a los más necesitados. Con sus despistes característicos, Manolo no hizo la solicitud de ayuda y, cuando pusieron la lista de los que tenían que cobrar, no hacía más que preguntar a Cristóbal si él no estaba en la lista y si iba a salir su nombre. Cuando le dijeron que no cobraría porque en su papel decía que tenía una casa, contestó:: "eso, ahora voy y le pego bocaos a la casa".
En su juventud, hizo Cristóbal una gira con Paco el de Montefrío por toda la campiña cordobesa, por los pueblos de Priego, Carcabuey, Rute,....
Se casó Cristóbal a la edad de 37 años y tiene 3 hijos. Se siente más a si mismo cuando canta la caña o la serrana, aunque también se da buen apaño con los fandangos de Lucena y otros cantes.
Se dedicaba a la fabricación y venta de pan, de ahí su nombre artístico, que repartía tanto en Montefrío como en los demás pueblos de la comarca.
En la actualidad está aquejado de una enfermedad que no le impide hacer cuando la ocasión lo requiere, unos cantes y contar decenas de anécdotas.
El hambre y la curiosidad infantil, junto con el trasiego de soldados de la guerra, le hacen acudir a sus acampadas para lavar los platos y cantarles a cambio de comer en su rancho. En esas correrías le acompañan sus amigos Rábano, Maguta, Velázquez, el Condeso...
En la radio y en las tournés que pronto hicieron su aparición solía escuchar a Pepe Pinto, Vallejo, Niño de la Huerta, Palanca, Niña de los Peines etc. Para verlos, se colaba o hacía recados para que lo dejaran pasar.
Él considera que el cante es una cosa importante, que en él se encierra casi todo y que los jóvenes de ahora deberían prestarle mayor atención. Nunca ha participado en concursos con la excepción del de Córdoba de 1956 al que acudió en compañía de su paisano Manolo Ávila. Nunca había cantado con guitarra y, al escucharlo, el Niño Ricardo le dijo: "¿Pero cómo vienes tú sin haber ensayado?" Para ir, el alcalde entregaba, a quien se lo solicitaba, un papel en el que señalaba su situación económica para que la organización del concurso pagara los gastos a los más necesitados. Con sus despistes característicos, Manolo no hizo la solicitud de ayuda y, cuando pusieron la lista de los que tenían que cobrar, no hacía más que preguntar a Cristóbal si él no estaba en la lista y si iba a salir su nombre. Cuando le dijeron que no cobraría porque en su papel decía que tenía una casa, contestó:: "eso, ahora voy y le pego bocaos a la casa".
En su juventud, hizo Cristóbal una gira con Paco el de Montefrío por toda la campiña cordobesa, por los pueblos de Priego, Carcabuey, Rute,....
Se casó Cristóbal a la edad de 37 años y tiene 3 hijos. Se siente más a si mismo cuando canta la caña o la serrana, aunque también se da buen apaño con los fandangos de Lucena y otros cantes.
Se dedicaba a la fabricación y venta de pan, de ahí su nombre artístico, que repartía tanto en Montefrío como en los demás pueblos de la comarca.
En la actualidad está aquejado de una enfermedad que no le impide hacer cuando la ocasión lo requiere, unos cantes y contar decenas de anécdotas.
Fuente: http://www.forummontefrio.es/forum/index.php?topic=1233.0
Escuchemos al 'Panaero de Montefrio' por malagueñas del Mellizo, fandangos del 'Gloria' y granaina-malagueña de Cepero en versión personal.
Pincha aquí para escuchar al PANAERO DE MONTEFRIO
(Gentileza Rafael Hidalgo)